
Cuando llegamos a la frontera entre Canadá y EEUU, a mi madre y a mi nos sorprendió la falta de letreros para dirigirnos a las oficinas oficiales. Aparcamos en un área intermedia entre la fila de coches que iban a Canadá y una rampa a… ¿quién sabe a dónde? No estaba muy claro.
Estábamos en el parte más al norte de Montana para hacer una entrevista y así obtener un pase de “global entry,” que le otorga a una persona el título “trusted traveler,” y le permite viajar con pre-check y entrar en EEUU sin esperar en la aduana. Tienes que pagar una cuota y asistir a una entrevista con un oficial en un centro asignado, donde hacen una copia de tu pasaporte y te toman las huellas. Esta fue la razón por la que fuimos hasta los límites exteriores del estado.
Salimos de Missoula por la tarde y condujimos hacia el este. Después de parar para tomar una cerveza en el Mighty Mo’s cervecería seguimos hacia el norte, a un pueblo pequeño que se llama Sunburst. Nos quedamos allí a pasar la noche, detrás de un bar en el edificio de una antigua iglesia, en una casita en la que solo cabían unas literas.

Tuvimos nuestras respectivas citas de global entry por la mañana y después nos dirigimos al oeste, hacia el parque Nacional de Glacier, también al sur a lo largo del lago Flathead, a la reserva de indios nativos, y finalmente a ninepipes, al refugio de flora y fauna antes de volver a Missoula.
A veces Montana, se llama “Big Sky Country o “La Tierra Del Cielo Grande” el apodo más apreciado de las carreteras. Cuando estoy en una ciudad, me asombro del ingenio humano– los metros, las rejillas de alimentación y los rascacielos germinados de la nada. En Montana, lo que me asombra es todo lo que sigue siendo salvaje. En todas partes, hay rincones vírgenes.

Un escritor de Montana muy conocido, Ivan Doig, escribió libros basados en la experiencia de los dueños de granjas en los 1800-1900s. Escribió en un libro, “There is more time than there is expanse of the world and so any voyage at last will end.” “Hay más tiempo que espacio en el mundo, así que cada viaje al fin terminará.”

Tal vez fue mi nuevo estatus como trusted traveler, pero veía viajes por todas partes. Vimos trenes, pájaros, camioneros, el viento en ruta a algún lugar muy lejano. En el Parque Nacional de Glacier, hay una cumbre se llama Triple Divide Peak ya que el agua corre en tres direcciones, al Océano Pacífico, al Golfo de México y al Bahía del Hudson. Hasta el agua tiene algún lugar donde ir.

Por nuestra parte, mi madre y yo decidimos que tenemos mucho que explorar dentro de Montana, y estamos agradecidas a las entrevistas ya que fueron el incentivo original.