El álbum Winchester Cathedral de The New Vaudeville Band fue una compra impulsiva en un viaje a Nueva Orleans hace unos años. Visitaba a nuestros amigos, uno de los cuales toca el bajo en una banda y le encanta toda la música. Después de hablar de música con Carl y escuchar sus álbumes favoritos en su tocadiscos, decidimos que era la hora de tener un tocadiscos propio.
La primera misión fue pedir el tocadiscos por internet para que nos llegara a casa cuando volviéramos. La segunda misión fue buscar los álbumes para poner en marcha nuestra colección de discos.
Molly y Carl nos llevaron al Louisiana Music Factory, una tienda de discos independiente.
Como está en Nueva Orleans, tienen una gran selección del jazz y swing. Teníamos algunas ideas sobre qué buscar, y algunas que nos recomendó Carl. Pero es una tienda de discos usados, y por eso precisamente no sabes lo que vas a encontrar. Ahí mismo está la diversión.
En la parte de atrás de la tienda hay un cuarto con los discos en peores condiciones. Muchos son víctimas del huracán Katrina de 2005. En muchos casos, el daño no tiene mucho que ver con el disco, pero las portadas llevaban las cicatrices del agua así como portadas gastadas y combadas.
En los vinilos, las deformaciones eran más importantes de lo que esperaba. En los últimos años, por lo menos en EEUU, los discos de vinilo han disfrutado una popularidad renovada. Mientras que pensábamos que eran algo obsoleto, resulta que ahora los grupos actuales lanzan sus álbumes nuevos en vinilo. Creo que parte de la atracción es el arte de las portadas. Son más grandes y más palpables que los CDs, y cuando ojeas una fila de vinilos, hacen un sonido satisfactorio.
Por cierto, el disco Winchester Cathedral nos llamó la atención por su portada. Debajo del título, hay un dibujo festivo. El estilo es una mezcla de los colores y diseños psicodélicos populares en los sesenta y setenta y la energía y la indumentaria de los locos 20s. Los músicos no tienen cara y los bailarines añaden el sentimiento de un club oscuro y de moda, de que la música y la celebración de la vida es todo lo que importa. Fue imposible resistirse, especialmente por solo tres dólares.
La historia del álbum Winchester Cathedral es interesante. The New Vaudeville Band empezó con un single de 1966 del mismo nombre. La canción fue escrita por Geoff Stephens de Londres, y llegó a ser un éxito internacional. Apareció como demo y también como sencillo en el álbum Winchester Cathedral. Cómo Stephens había contratado músicos de estudio para grabar, cuando hubo una gira de la banda, tuvo que formar el grupo de nuevo. Este disco fue el único que produjo la banda.
Fue un poco arriesgado escoger un álbum sin escucharlo, pero resultó que me encantaba. Es perfecto para casi cualquier situación. Me gusta ponerlo para preparar una fiesta, para cocinar. Es perfecto después de una cena cuando la energía decae. Es excelente los fines de semana por la mañana. No sé si es mi álbum favorito, pero me gusta porque el disco entero parece que está unificado en el ambiente y este ambiente es apto para cualquier momento. Sobre todo, cada vez que lo pongo, pienso en el viaje a Nueva Orleans.
En junio, vamos de nuevo a Nueva Orleans para visitar a los mismos amigos. Me pregunto qué tesoros encontremos esta vez.