En Montana, durante un año particularmente frío, el invierno puede durar hasta seis meses, desde noviembre hasta abril. Es bastante tiempo y la mejor manera de evitar la melancolía de esos días cortos, es salir y disfrutar de la temporada. Algunas personas patinan o juegan al hockey, pero el pasatiempo más común con diferencia es esquiar. Como se aproximaba el aniversario desde que nos mudamos a Montana, sabíamos que era el momento ideal para subirnos al carro.
En navidad, Jacob me regaló una tarjeta de regalo para la tienda de actividades al aire libre donde alquilan esquís. Fijamos la meta de gastar toda la suma de la tarjeta en esquiar, lo que ascendía a cuatro días.
Dada su popularidad, suponía que podría gustarme esquiar, pero todavía tenía mis dudas. La última vez que esquié fue durante un viaje de trabajo. En esta ocasión creo que los esquís que alquilé eran demasiado largos, porque no podía dejar de cruzarlos. Estuvimos esquiando en un campo donde al mismo tiempo habían trineos tirados por perros. Muchas veces, teníamos que hacernos a un lado para que pudieran pasar los trineos. Casi cada vez que esto ocurría los saludabamos con la mano, se me cruzaban los esquís, y acababa en el suelo.
El primer viaje del año a la nieve fue una experiencia completamente diferente. Justo antes de año nuevo, hospedamos en casa a nuestros amigos de Nueva Orleans. Decidimos ir a Lolo Pass, que está a una hora de Missoula.
Lo que encontramos fue un paraíso invernal. Había huellas recientes y nieve en las ramas de los árboles. A juzgar por el número de coches que encontramos en el estacionamiento, podrías pensar que había gente por todas partes, pero a parte de los cruces de los senderos, parecía que estábamos solos en un lugar remoto. Nunca había visto tanta nieve virgen.
Me gustaría esquiar cuesta abajo algún día, pero tengo mis sospechas de que el esquí de fondo es la actividad que repetiré muchas veces durante los inviernos largos. Me gusta que hay una amplia variedad de ubicaciones muy cercanas a Missoula (incluso algunas justo al lado de la ciudad), y que no tienes que comprar un boleto del remonte, así que no hay problema si quieres ir por la mañana y regresar a la hora de almorzar.
Mientras que escribo, hay una tormenta de invierno con mucho viento y nieve soplando lateralmente, pero la mayoría de los días de invierno aquí son bastante moderados. Claro, no hace la misma temperatura que en la playa, pero con un par de guantes calientes y calcetines de lana, puedes disfrutar de todo el día en la naturaleza y tener una buena sesión de ejercicio al mismo tiempo. No es nada que la mayoría de los “Missoulianos” no hayan descubierto antes.