Era el penúltimo día de vacaciones, y el plan era ir a una playa que está a una hora de Nueva Orleans, pasar la tarde allí bañándonos, almorzando, jugando al bádminton, y por fin volver a la ciudad para cenar. Desafortunadamente, las amebas conocidas como come cerebros interfirieron.Bueno, no llegamos a ver las amebas exactamente, pero vimos los informes de calidad del agua y no inspiraban mucha confianza. También había noticias actuales acerca de personas con infecciones bacterianas en esas mismas playas, el espectro de las amebas nos llevó a buscar otras opciones. La fascitis necrotizante que produce esta bacteria tiene la costumbre de destruir las vacaciones.
Decidimos ir a la Isla Dauphin, una playa cerca de la costa de Alabama, a dos horas y media en coche. Por lo menos, pasamos por dos estados más y vimos una parte diferente del país. Aún mejor, pudimos nadar sin preocuparnos de la bacteria.
Llegas a esta isla barrera por un puente de tres millas. La longitud de la isla es de 14 millas de este a oeste, y la anchura de menos de dos millas. El resultado de esta geografía es varias millas de dunas y playas. Aunque era sábado, encontramos un sitio en la playa lejos de otros grupos de gente.
Después de un paseo por las dunas bajo el sol, llegó la hora de bañarnos. Nuestros amigos dijeron que en agosto el agua está tan tibia que deja de ser refrescante. En junio, estaba en su punto–suficientemente cálida para quedarnos hablando en el agua durante un buen rato.El Golfo de México es una extensión de agua interesante porque tiene mucha industria. El río Mississippi, el más importante de EEUU, cruza el país de norte a sur y desemboca en el golfo. Hay mucha industria y agricultura a lo largo del río Mississippi, pero la polución es un gran problema–a partir de los años ochenta dejó de ser un destino turístico para el verano. La escorrentía de granjas y haciendas crean un alto índice de nitrógeno en el medioambiente, esto produce una gran floración de las algas. El proceso de descomposición de las algas ocurre en una zona del mar baja en oxígeno donde no pueden sobrevivir las especies de coral ni las esponjas.
Era una playa preciosa con arena suave y un buen lugar para nadar, así que fue interesante sentir la presencia de la industria. De hecho, puedes ver en el horizonte las barcas de pesca y los barcos de camarones. También puedes ver las plataformas petrolíferas a lo lejos. Viniendo de Montana donde los ríos son relativamente limpios, es bueno acordarnos de vez en cuando de la presencia de estas industrias. Todo el país usa el petróleo y la comida de lugares como este, pero solo algunos sitios específicos sufren sus efectos. Después del segundo baño, llegó el momento de irnos. Si hubiéramos llevado sombrilla, tal vez nos hubiéramos quedado más tiempo. Pero de todos modos, nuestro estricto horario de vacaciones requirió que estuviéramos de vuelta en Nueva Orleans para una cita con la barbacoa y la música jazz.
Playa, barbacoa, y música, todo en un día . . . la vida es dura, ¿no? ¡Obviamente, no hay tiempo para las bacterias carnívoras!